Hace unos días, en el encuentro digital con los lectores que mantiene quincenalmenteDiego A. Manrique en esta casa, le preguntaron de forma directa por un buen disco de pop y éste recomendó sin titubear el “Big Station” de Alejandro Escovedo. Y es que, aún estando en 2012, algunos de las mejores novedades siguen viniendo firmadas por músicos relativamente desconocidos que llevan varias décadas en la palestra, aunque sea con un perfil entre lo discreto, lo marginal y la apañada etiqueta “de culto” (que, según a quién preguntemos, será una cosa u otra).
En 1982, Escovedo había dejado los Nuns para unirse a Rank & File, la banda de los hermanos Kinman en la que comenzó su larga y próspera carrera en el rock americano, que en aquel año sacaba su estupendo debut “Sundown”. 30 años después, Escovedo sigue aquí. Nunca ha vendido mucho ni ha tenido una gran cobertura mediática, pero aún se puede recomendar su último disco sin dudar.
Como él, decenas de bandas y músicos que definieron el rock alternativo y/o independiente de aquella década, más cerca o más lejos de un revival que, en su caso, fue más una reinterpretación que el chaparrón de miméticos revivalistas que están tan de moda. Green On Red, Dream Syndicate, Giant Sand, The Blasters, Beat Farmers, Rain Parade,Jason & The Scorchers o Long Ryders, entre otros, podían beber del country o del rockabilly, de la Velvet Underground o de J.J. Cale, pero no eran un puñado de imitadores. Y 30 años después, suenan mejor que nunca, sin haber caído en reconversiones o giros oportunistas al hilo de modas y tendencias. Si funciona, no lo arregles.
Modernos y anti-modernos coinciden; contra todo pronóstico, los 80 están de vuelta desde hace unos años. Pero, en lo que al rock americano se refiere, no es necesario remitirse a veinteañeros como los que han redescubierto lo de acudir a teclados y sintes para invocar el post-punk o la new wave. La mayoría de los principales responsables de las oscuras obras maestras del llamado Nuevo Rock Americano siguen en danza, grabando regularmente y girando incansablemente por salas pequeñas y vespertinos horarios festivaleros.
Por citar algunos ejemplos de los últimos meses, aparte de Escovedo, Howe Gelb –asiduo visitante de nuestro país– ha publicado el monumental “Tucson” con sus Giant Sand, rebautizados para la ocasión de la única forma en la que un gusano gigante podría ser más grande: Giant Giant Sand. Chuck Prophet, guitarrista y co-líder de los impresdincibles Green On Red acaba de estrenar disco también, el último de una larga serie de albumes impecables facturados casi a ritmo anual. Los Coal Porters, banda fundada por Sid Griffin tras el desmantelamiento de The Long Ryders a finales de los 80, estrenan disco este mismo mes, producido por el gran John Wood, mientras que Dan Stuart, fundador de Green On Red, sacó este verano su primer álbum en solitario desde 1995.
Precisamente este verano, Dan Stuart encandiló a propios y extraños en un solapado concierto en el Azkena Rock Festival que hizo clamar a muchos que el músico merecía mucho(s) más escenario(s). Dicho y hecho: Stuart comienza gira por España esta semana, abriendo en el Café Berlin de Madrid mañana miércoles, para seguir en Loco Club de Valencia el jueves 20, la sala Azkena de Bilbao el viernes 21 y cerrando en Sidecar de Barcelona el sábado 22.
En noviembre también visitará nuestro país otra de las veteranas bandas de los 80 que siguen en una forma envidiable: Blue Rodeo. Por circunstancias geográficas (son canadienses) no se les considera parte del NRA, pero su música y su trayectoria son paralelas a dicha generación. Su directo es un auténtico alarde de clase y buen gusto, y así quedará demostrado el martes 6 de noviembre en el Teatro Lara de Madrid, elmiércoles 7 en la sala Custom de Sevilla, el jueves 8 en Loco Club de Valencia, elviernes 9 en Sidecar de Barcelona y el sábado 10 en Jimmy Jazz de Vitoria.
Entre estas dos giras tendrá lugar una de las citas más importantes de la temporada: la inesperada reunión de The Dream Syndicate, que celebrarán el 30 aniversario de su obra maestra “The Days Of Wine And Roses” con cuatro conciertos en España. Steve Wynn, líder de la mítica banda, siente predilección por nuestro país y, según afirma, esta será la primera vez que se sube a un escenario junto a Dennis Duck y Mark Walton para tocar estos temas desde el último concierto de la formación en 1988.
La celebración comenzará en Barcelona el próximo viernes 21 dentro del BAM (conWynn y los suyos compartiendo escenario con los fabulosos Howlin’ Rain) continuará en la sala Wah Wah de Valencia el sábado 22, en la sala El Sol de Madrid el martes 25 y llegará al teatro Lloseta de Mallorca el jueves 27. El último concierto de esta especial gira de aniversario será el sábado 29 de septiembre en Bilbao dentro del Walk On Project Festival, en un auténtico delirio de rock americano coprotagonizado por los Jayhawks ySoul Asylum (otra excelente banda, algo olvidada, de la que Ryan Adams escribió: “sueño con un día en el que bandas como esta regresen de las sombras (…) A todas las grandes bandas de rock’n’roll perdidas de mi pasado (…) cada noche mi tocadiscos arde con vuestras canciones”).
Este apoteósico cierre promete ser muy especial. La excelente relación de Wynn con la banda de Gary Louris y Mark Olson augura momentos memorables sobre el escenario, y no es descabellado fantasear con posibles colaboraciones improvisadas. Además, el cariz benéfico del festival (impulsado por una plataforma para la información, sensibilización e investigación sobre las enfermedades neurodegenerativas) aporta un marco y proyección al evento que va mucho más allá de la música.
30 años después, aún golpean con fuerza los escenarios pequeños, medianos y, si se lo permiten, grandes. Es natural cuando llevas tanto tiempo en la carretera, escribiendo canciones que se cuelan en la historia de la música por la puerta de atrás y conquistando con las manos desnudas a todos los que saben que el rock americano no murió en los 80. Alguien tiene que contar su historia y, afortunadamente, la mayor parte de ellos no parecen muy dispuestos a retirarse.
Yahvé M. de la Cavada (Muro de Sonido)