El pasado 19 de marzo inauguramos en la Alhóndiga de Vvª de los Infantes la instalación: Franquicia III de la artista madrileña Emma García-Castellano García.
El acto comenzó con unas palabras de la presidenta de la asociación Pilar Merino explicándonos las Miradas de la primavera, el arte de las cosas y quienes colaboran con nosotros. 
Entonces la interrumpió una señora muy vieja, pero muy vieja y desaliñada. Venía de otro mundo, del tiempo que hubo antes. Era una criada, la verdad, pinta de criada tenía y nos contó la historia de su señor, un tal Procusto, un tipo de esos que dan un miedo atroz. Tenía el señor un tálamo donde, conforme a sus propias medidas, uniformaba sin contemplaciones, como un asesino múltiple más ido que otra cosa. El que se pasaba de su estatura o el que no llegaba veía cortados o estirados sus miembros sin piedad. También hubo un pueblo todo pintado de gris, todos vestidos de gris, el gris era el único color… El público escuchaba boquiabierto, pequeños y mayores ansiosos por conocer el final… pero un día alguien pintó una casa de rojo y el escándalo estuvo servido, luego vino el verde, el amarillo…La instalación: Franquicia III brillaba entre los arcos mágicos de la Alhóndiga, siluetas iguales colocadas en hilera, como en procesión inmóvil, todos al mismo son. Sin embargo, bajo un arco, aislado del resto, resguardado de la mediocridad y de la cerrazón encontramos al diferente vestido de colores, mirando las cosas desde otro punto de vista.
Fue una noche inolvidable, los asistentes disfrutaron tanto con la puesta en escena de Ana como con la armónica instalación de Emma García-Castellano. Finalmente hubo un vino y las conversaciones apasionadas subieron a lo alto de los antiguos muros.
La magia nos visitó en la Alhóndiga el pasado sábado mientras cientos de Procustos repartidos por el mundo perdían (¡por una vez al menos!) su batalla.
